La protagonista de esta historia simplemente quería convertirse en el orgullo y la alegría de los líderes supremos de su país, Corea del Norte. Era una atleta destacada. Sin embargo, todo se truncó cuando, estando en el instituto, fue llamada a ser parte del equipo nacional y sus padres se negaron rotundamente porque eso suponía que tenía que irse sola a Pyongyang.
Los años pasaron y la crisis en el país empeoró. Los estudiantes se desvanecían en las clases por causa de la desnutrición. El gobierno trató de mantener la calma, pero estaba claro que permanecer en el país era una sentencia de muerte. Así que nuestra protagonista decidió huir para sobrevivir. Su viaje la llevaría a China, donde su vida cambiaría para siempre de una forma que ella no podía imaginar.