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En las redes sociales del Estado Islámico de Mozambique se publicaron imágenes de casas en llamas en la aldea de Namande, reivindicando la autoría de los atentados. El grupo afirma haber atacado la «aldea habitada por cristianos» y haberse enfrentado a las «milicias cristianas», es decir, a los grupos de defensa locales.
«Estábamos cocinando nuestros platos cuando empezamos a oír disparos. Cuando me di cuenta de que eran los terroristas, cogí a mi familia y huimos», declaró un vecino de la aldea a la agencia de noticias portuguesa Lusa. Las fuerzas gubernamentales lanzaron varias operaciones para detener a los yihadistas en Namande, pero los enfrentamientos, que continuaron durante la noche, obligaron a la población a huir del pueblo.
La provincia de Cabo Delgado se enfrenta a una insurgencia armada desde 2017, con numerosos atentados reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico. La agitación saltó a los titulares de los periódicos occidentales en marzo de 2021, cuando los yihadistas atacaron la ciudad de Palma, en el extremo norte del norte de Mozambique. Esta ciudad albergaba la sede de un enorme proyecto de gas en alta mar dirigido por la multinacional francesa TotalEnergies. Durante un breve periodo, los islamistas conquistaron Palma.
«Cuando me di cuenta de que eran los terroristas, cogí a mi familia y huimos».
Creyente local
Tras este ataque a Palma, el ejército mozambiqueño intensificó sus actividades contra el grupo con el apoyo de unos 5 000 soldados de Ruanda y de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC). El ejército, en cooperación con esas fuerzas extranjeras, ha asegurado las zonas próximas a los proyectos de gas. Desde entonces, han surgido nuevas oleadas de ataques en el sur de la región y en la vecina provincia de Nampula, lejos de los proyectos energéticos de importancia económica.
Los esfuerzos militares parecen tener éxito en algunas zonas. La ciudad de Palma está siendo reconstruida. El proyecto del gas se ha reanudado. Pero fuera de la vista de la comunidad internacional, la insurgencia continúa. El 27 de diciembre, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) publicó un informe sobre la situación humanitaria en el norte de Mozambique. En este informe se afirma que en noviembre los grupos armados llevaron a cabo ataques en los distritos de Balama, Chiure, Namuno, Meluco, Macomia, Muidumbe y Nangade, en Cabo Delgado, desplazando a un total de 49 226 personas. La mayoría de la población desplazada son mujeres (13 010) y niños (25 900). Aproximadamente 31 020 fueron desplazados por primera vez.
Este último ataque del pasado viernes en la aldea de Namande, evidencia que la insurgencia continúa en el norte de Mozambique. Desde su inicio en 2017, el conflicto ya ha provocado el desplazamiento de un millón de personas, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y cerca de 4 000 muertos, según el proyecto de registro de conflictos ACLED.
Puertas Abiertas está intensificando sus actividades en Mozambique, trabajando con colaboradores locales. En 2022 distribuimos alimentos de emergencia a cristianos que no recibían suficiente ayuda alimentaria a través de los canales oficiales.
Recibe las últimas noticias en tu móvil. Suscríbete a nuestro canal de Telegram.Señor, te doy gracias por tu obra en la iglesia de Mozambique. Te ruego por cada creyente desplazado, para que le dés fuerza para perseverar, y por toda la sociedad de Mozambique, para que tú traigas paz a este país. Amén.
