Aumenta la vigilancia en China

En China, seguir a Jesús puede acarrear grandes riesgos y restricciones. En algunas partes del país, los cristianos pueden reunirse libremente en iglesias no registradas, mientras que en otras zonas los creyentes pueden ser vigilados o, en raras ocasiones, objeto de acoso o encarcelamiento. En un país tan grande, es normal que haya diferentes niveles de transparencia, pero lo que está claro es que el Gobierno chino ha aumentado las restricciones en la mayor parte del país.

«Iglesia en casa» es el nombre que se suele usar en China para las iglesias que no están registradas oficialmente ante el Gobierno. Pueden tener desde un puñado de miembros hasta casi los números de una megaiglesia. Estas iglesias se encuentran en una zona legal gris, ya que técnicamente no están permitidas, pero están ampliamente toleradas en muchas partes del país.

Sin embargo, es muy probable que una nueva base de datos en línea que proporciona información sobre los líderes de iglesias reconocidos legalmente, aumente la presión sobre los líderes de las iglesias en casa. El «Sistema de consulta sobre los líderes islámicos, católicos y cristianos» fue presentado el 23 de mayo por la Oficina Estatal de Asuntos Religiosos y su objetivo es «promover la transparencia de los asuntos religiosos, así como la identificación y gestión del liderazgo», según el periódico chino The Global Times.

Dicha base de datos incluye los nombres, fotos y afiliaciones a iglesias de todos los líderes registrados en alguna de las instituciones religiosas autorizadas por el Estado. China cuenta con una red oficial de iglesias católicas y protestantes.

En un comunicado publicado en su página web, la Oficina Estatal declaró que esta base de datos proporciona a la ciudadanía información sobre los «líderes religiosos reconocidos y registrados de forma legal».

La medida llega después de que, a principios de este año, otras bases de datos similares fueran publicadas para los líderes budistas y taoístas, con el fin de «luchar contra los casos de fraude relacionados con personal religioso», según el periódico del Partido Comunista Chino.

Aunque estas bases de datos se crearon supuestamente para ayudar a garantizar la transparencia y la seguridad, muchos observadores no están convencidos de ello. «Puede parecer que el sistema ofrece protección a las iglesias, pero en realidad todas sus actividades están vigiladas», afirma Yuhua*, un investigador local de Puertas Abiertas cuyo nombre real no podemos revelar por motivos de seguridad. «El líder de una iglesia en casa prefiere correr el riesgo de ser etiquetado como "personal religioso ilegal" que estar registrado en el sistema».

La vigilancia a los cristianos y otros grupos religiosos ha aumentado bajo el Gobierno del presidente Xi Jinping. La presión sobre los pastores de iglesias no registradas ha crecido en los últimos años, pues se enfrentan a acusaciones de delitos económicos, fraude financiero o «buscar peleas y provocar problemas».

Además, las restricciones de Internet han dificultado el acceso a la Biblia. En marzo, los creyentes de algunas zonas de la provincia de Henan tenían que registrarse en la Smart Religion App antes de acudir a la iglesia.

Se está desarrollando un sistema denominado «una persona, un archivo», con el fin de clasificar una gran variedad de datos y proporcionar a las autoridades un archivo con toda la información para cada ciudadano», tal como explica el informe sobre China de Puertas Abiertas. «Aunque cabe esperar problemas al principio, se trata de algo a tener en cuenta».

Pero la represión no se limita al mundo digital. El 24 de mayo, un pastor fue detenido en Guangdong, junto con otros tres compañeros, como sospechosos de «operaciones comerciales ilegales». A esto se suman otras dos detenciones esta primavera, según informa ChinaAid.

Y ahora, es muy probable que esta base de datos presione a cualquier pastor o iglesia que se niegue a registrarse.

Según Thomas Muller, un analista de la persecución de Puertas Abiertas, las consecuencias de esta medida de momento serán «indirectas»; pero puede que sus futuros efectos no sean tan indirectos. «Puede que afecte a la evangelización, por ejemplo, cuando los no creyentes a los que se dirijan empiecen a investigar en la base de datos para ver si esos pastores están registrados o no», explica Muller. «Es otra pieza de un gran rompecabezas».