El día 31 de enero, justo antes de que el líder de la Iglesia católica aterrizara en la capital, Kinshasa, al menos 15 personas murieron en múltiples ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas, un grupo extremista islámico, en la provincia oriental de Kivu Norte.
Mientras tanto, los combates en la misma provincia entre el grupo armado M23 y las fuerzas armadas del país han desplazado a miles de personas. En un solo día, más de 122 000 personas, entre ellas unos 65 000 niños, se han visto obligadas a huir de sus hogares, según Save the Children.
«La situación es grave», declaró ya en octubre a Puertas Abiertas el reverendo Agupio Mani, líder religioso de la vecina provincia de Ituri. «Tenemos que dar la voz de alarma a todas las iglesias del mundo para informar de que la parte oriental de la RDC y, en particular, las provincias de Ituri y Kivu Norte están en llamas», afirmó.
«Cada día nos llega más información. Así que hacemos un llamamiento a todos para que oren: Señor, ten misericordia de estas dos provincias, donde no solo sufren los cristianos, sino toda la población... y de toda esta gente que está dispersa, que ya no sabe cómo vivir...».
El ADF y el M23 son solo dos de los más de 120 grupos armados que hacen extremadamente difícil la vida de los habitantes del este de la RDC. Aunque gran parte de los combates se alimentan de antiguos agravios contra el gobierno de Kinshasa y de la lucha por el control de los vastos recursos naturales del país, en los últimos años el militante islámico FDA ha aumentado sus ataques contra la población local, incluidos los cristianos.
El año pasado, el grupo renovó su lealtad al nuevo líder del Estado Islámico. «Que el mundo sepa que en la Provincia de África Central (del Estado Islámico) no hemos cambiado ni vamos a cambiar», declaró Musa Baluku, líder de las FDA, en un breve discurso, según informa el periódico Long War Journal. «Perseveraremos en nuestra yihad, aunque muramos en esta lucha», afirmó.
«La gente está dispersa, no sabe cómo vivir»
Reverendo Agupio Mani
El 15 de enero, el grupo bombardeó una iglesia cerca de la frontera con Uganda, matando al menos a 17 personas. En octubre del año pasado, una monja fue una de las víctimas mortales de un atentado contra un hospital en la provincia de Kivu Norte.
«Desde hace años, la violencia yihadista contra la población mayoritariamente cristiana de Kivu Norte y sus alrededores ha ido en aumento, matando a miles de personas y dejando a cientos de miles atrapadas en ciclos de desplazamiento», declaró Dorcas Moussi, jefa de equipo del trabajo de Puertas Abiertas en África Central, cuyo nombre real no puede desvelarse por motivos de seguridad.
«A pesar de que las FDA han proclamado su lealtad al ISIL en sus esfuerzos por expandir su territorio en África Central, gran parte de esta violencia ha continuado sin estar los civiles debidamente protegidos», dijo Moussi.
«Pedimos al Gobierno que haga todo lo que esté en su mano para proteger la libertad de reunión y de culto de la población y para garantizar que los afectados reciban ayuda y rehabilitación. Pedimos a la comunidad internacional que haga todo lo que esté en su mano para ofrecer el apoyo adecuado al gobierno a fin de garantizar que no se repitan incidentes como este. También pedimos a la Iglesia mundial que ore para que Dios consuele a los afligidos y provea a su Iglesia en estas circunstancias».
La violencia presente actualmente en la región ha provocado el desplazamiento masivo de más de 5,6 millones de personas, lo que la convierte en una de las mayores crisis de refugiados del mundo. La expansión de las actividades de FDA y de otros grupos armados ha llevado a la RDC a ascender en la Lista Mundial de la Persecución de este año del número 40 al 37.
Señor, te ruego que frenes la escalada de violencia en África y, particularmente, en República Democrática del Congo. Oro para que des sabiduría y recursos a las autoridades para que puedan frenar los ataques, y también que fortalezcas a tu pueblo en medio del sufrimiento. Amén.