Como informó Gandhara el 11 de mayo del 2022, el grupo Estado Islámico-Khorasan (IS-K) ha estado disparando cohetes a través de la frontera hacia los países vecinos de Asia Central, lo que demuestra que los talibanes no tienen el control total del país.
El analista de World Watch Research Thomas Muller comenta: «En el Acuerdo de Paz de febrero 2020 con los Estados Unidos de Norteamérica, los talibanes prometieron que no se llevarían a cabo ataques terroristas en otros países, ni en territorio afgano (CFR, 2 de marzo de 2020). Estos ataques con cohetes no solo se suman a las preocupaciones de seguridad que enfrentan los ya cansados vecinos de Afganistán, sino que también son una prueba vergonzosa de que los talibanes se enfrentan a la oposición del IS-K, y están luchando por cumplir su promesa. Tayikistán enfrentó un ataque de este tipo el 7 de mayo, mientras que la ciudad fronteriza Uzbeka de Temez ya fue testigo de un ataque similar en abril».
«La inseguridad en Afganistán seguirá afectando a todos los ciudadanos, pero especialmente a las minorías étnicas y religiosas».
Thomas Muller
Thomas Muller continua: «Mientras tanto, los talibanes han logrado negociar otra extensión del alto al fuego entre Pakistán y el grupo Islámico violento Tehrik-i-Talibán Pakistán (TTP) que se encuentra principalmente en suelo afgano, según lo informado por Long War Journal el 18 de mayo del 2022. Sin embargo, la serie de altos al fuego anteriores ha demostrado que el problema de raíz causante del conflicto aún no se ha abordado». Concluye: «La inseguridad en Afganistán seguirá afectando a todos los ciudadanos, pero especialmente a las minorías étnicas y religiosas, a esto se suma un régimen talibán cada vez más radical que introduce reglas cada vez más estrictas».
Señor, te doy gracias por la fidelidad de tus hijos en Afganistán, y te ruego que hagas de ellos embajadores de tu Reino. Te pido por el cese del conflicto y por la instauración de un gobierno justo y democrático que respete las libertades de la gente. Amén.