Historias Irak | 17 julio 2023

Un mensaje de paz y esperanza

La banda Melody predica el Evangelio de una forma muy original.
 

 

 
«¡Aleluya, Aleluya!», se escucha en la plaza de una iglesia. Sin embargo, esto no siempre fue así. Cuando ISIS tomó Qaraqosh, esta plaza se convirtió en un campo de tiro para los extremistas islámicos. Ahora, un grupo de jóvenes creyentes cantan y dan gloria a Dios en ese mismo lugar. 
 
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Melody fue fundado por seis creyentes que se refugiaron en Erbil, una ciudad más grande en el norte del país. Tuvieron que huir de Qaraqosh en 2014, cuando el Estado Islámico arrasó la región. La plaza de la iglesia que se muestra en el vídeo fue utilizada por los soldados del Estado Islámico como campo de tiro. Pero también es un recordatorio de su derrota.

Es el testimonio vivo de las palabras que escribió Isaías: «Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar» (Isaías 58:12).

Sam, Farid y Fady, los tres instrumentalistas, crearon el grupo en 2017. «Cuando estábamos en Erbil, empezamos a quedar para tocar», relata Sam, el líder de Melody. «La música nos dio energía, volvíamos a sentirnos vivos. En Erbil no teníamos nada que hacer, así que empezamos a reavivarnos a nosotros mismos y a otros por medio de la música».
 

  

«A través de nuestro trabajo y nuestro estilo mostramos nuestra fe». 

Sam afirma que su música se convirtió en «alimento para sus almas». El Estado Islámico transformó la llanura de Nínive, la zona de Irak que ha estado habitada por comunidades cristianas desde los comienzos de la Iglesia. Se hizo con el control de los pueblos, retiró cruces y destruyó innumerables iglesias y monasterios. Durante tres años, la bandera negra del Estado Islámico ondeaba en la región simbolizando su animadversión contra los cristianos.

Entonces, a finales de 2016, Qaraqosh fue liberada. Poco a poco, los cristianos empezaron a regresar a la ciudad. Observaron las ruinas de las que una vez fueron sus iglesias y sus casas, y comenzaron a reconstruirla

Cuando Sam, Fady y Farid volvieron a Qaraqosh, tras la liberación y la reconstrucción de las casas, reclutaron a algunas cantantes. «Pasamos de la música instrumental a añadir voces», nos cuenta el líder del grupo, de 31 años. Ahora mismo el grupo está formado por siete miembros.

Ora con la banda Melody
  • Ora para que Melody pueda seguir predicando la Palabra de Dios a través de su música.

  • Ora para que más iniciativas como ésta surjan entre los jóvenes creyentes de la región.

  • Ora por una renovación en las fuerzas de los creyentes, cansados tras tantos años de opresión. 
Una oración por la banda Melody
Señor, te doy gracias por este grupo que lleva el mensaje del Evangelio a través de la música. Oro que tú les concedas el deseo de su corazón y puedan seguir esparciendo tu Palabra. También ruego porque iniciativas como ésta surjan entre los jóvenes creyentes de la región y que tú renueves las fuerzas de aquellos que están cansados. Amén.

Y siguieron creando música, alabando a Dios con sus melodías y letras. «Nos ayuda a levantarnos sobre la destrucción y avivar nuestras necesidades existenciales vitales que habían desaparecido. A través de la música, hemos restaurado nuestra esperanza», afirma Sam.

Desde entonces, Melody ha seguido tocando por toda la región, hasta en Mosul, ciudad donde el Estado Islámico instauró el Califato en junio de 2014. Casi ningún cristiano ha vuelto a Mosul tras su liberación por parte del ejército iraquí, así que Melody tocó para un público mayoritariamente musulmán. «Al actuar para este tipo de público, intentamos modificar el programa, pero seguimos reflejando nuestra fe en la forma en la que tocamos y en nuestro estilo», explica Sam. «Mi sueño es que sigamos trabajando juntos para compartir canciones que toquen a la gente y les revelen la Palabra».

Hiba, de 25 años, es una de las cantantes. Le alegra mucho que hayan añadido voces femeninas al grupo. Para ella, es importante saber que todo en esta vida tiene un propósito: «Dios da un don a cada persona, y debemos usar esos dones; cada uno tiene que descubrir cómo desarrollar ese don e invertir en él. Melody me ha permitido esto, por eso me uní. Podemos estar sobre el escenario y cantar con las voces preciosas que Dios nos ha regalado».

También es consciente de lo importante que es la alabanza para su público. «Veo gozo y alegría en sus ojos. Me hace tan feliz», dice.

Farid, otro de los fundadores del grupo, comparte el sentimiento de Hiba. «Quiero seguir transmitiendo canciones que sobrepasen el ruido de la guerra y de la destrucción para enviar un mensaje al mundo», dice. «La música es el mayor motor de esperanza para el futuro. Es un lenguaje de paz y de amor. Estoy seguro de que el público percibe el mensaje que queremos transmitir, sin importar de dónde vengan. Nuestro mensaje viene del corazón».

Farid también es consciente de que la esperanza y el gozo son necesarios para que la comunidad cristiana de Irak sobreviva. Muchísimas personas huyeron de Qaraqosh; solo quedan 35 000 de los 50 000 habitantes que vivían en la ciudad antes de la violenta llegada del Estado Islámico. La comunidad cristiana del país ha sido diezmada. En 2003, había alrededor de 1,4 millones de cristianos en Irak. Hoy en día tan solo quedan unos 250 000. «Esta es la tierra de nuestros antepasados y de nuestros descendientes», afirma Farid. «Nuestras canciones hacen que la gente entienda que vamos a quedarnos aquí. Debemos preservar esta tierra y transmitir una visión bella al mundo a través de la música».
 

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Puertas Abiertas ha estado presente en el país desde antes de que llegara el Estado Islámico. Tus ofrendas y oraciones han ayudado a que la comunidad cristiana reconstruya Qaraqosh. Sam está muy agradecido. «Quiero dar las gracias a todos los que nos habéis ayudado desde otros países», comparte. «Gracias a vuestro apoyo hemos podido reconstruir nuestras iglesias y casas. Hemos podido volver y nos sentimos seguros. Gracias por vuestras oraciones. Nosotros también estaremos orando por vosotros, para que Dios os fortalezca y os guarde. ¡Gracias!».