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Imagina leer la Biblia por primera vez en tu propio idioma. Y además de leerla, poder escucharla si no sabes leer.
En Malasia, país que ocupa el puesto 43 en la Lista Mundial de la Persecución de 2023, hay muchos idiomas y dialectos. El oficial es el malayo, pero muchos grupos étnicos suelen hablar más el suyo propio nativo, a diferencia de lo que ocurre en las zonas urbanas.
Hace unos años, los colaboradores locales de Puertas Abiertas trabajaron con una empresa para producir audiobiblias. Estos dispositivos de radio han tenido un impacto increíble al ofrecer la palabra de Dios en versión sonora con algunas predicaciones y canciones de alabanza también. Esto es una respuesta a la creciente demanda de muchos cristianos por todo el país para tener la Biblia en su propio idioma. Por ello, nuestros colaboradores decidieron traducir la Biblia a algunas de las lenguas y dialectos minoritarios de Malasia, con la esperanza de que más creyentes puedan escucharla y entenderla.
«Esto es una respuesta a la creciente demanda (…) para tener la Biblia en su propio idioma».
En 2021, nuestros colaboradores locales distribuyeron más de 30 000 Biblias y audiobiblias a creyentes. La demanda ha sido abrumadora, pero los trabajadores sobre el terreno pueden ver cómo Dios se está moviendo.
«Es maravilloso ver el hambre de los creyentes por la Palabra de Dios», comparte uno de los colaboradores locales de Puertas Abiertas.
Dios está usando tus oraciones y apoyos para hacer que Su Palabra sea más accesible para los cristianos de Malasia, como este hermano que recibió una audiobiblia. «Estoy muy agradecido porque me ayuda a entender la Palabra de Dios en mi idioma nativo».
Estos aparatos no necesitan estar conectados a Internet, lo que facilita que algunos creyentes los llevan a sus granjas y lugares de trabajo para escuchar la palabra de Dios mientras trabajan. Pero, sobre todo, son de gran ayuda para aquellos cristianos que no saben leer.
«Estoy muy agradecido y bendecido por poder escuchar la Biblia», comparte otro hermano. «La puedo escuchar a cualquier hora, incluso cuando estoy trabajando en la granja o con las tareas del hogar. No sé leer, así que me ayuda mucho».
Hay muchos más testimonios de agradecimiento por la distribución de las audiobiblias. Una creyente nos contó que le hace muy feliz tener acceso a la Biblia en su idioma nativo ya que su madre, que es analfabeta, ahora también puede hacerlo.
«La puedo escuchar a cualquier hora (…). No sé leer, así que me ayuda mucho».
Dios está usando este ministerio para dar a conocer su palabra. «Yo soy una persona normal y corriente, pero Dios me ha usado para anunciar las buenas noticias por medio de la audiobiblia», comparte otro creyente. «Antes, cuando cantaba alabanzas, sentía una carga en mi corazón. Cantaba: “Señor, úsame mientras tenga fuerzas”. Y así es como Dios me está usando. Estoy muy agradecido. Continuemos proclamando el nombre de nuestro Señor Jesucristo».
«Había una profesora que fue diagnosticada con parálisis de por vida por el médico, pero oramos por ella y volvió a caminar», contó el líder de una iglesia a nuestros colaboradores. «Ahora puede escuchar la palabra de Dios. Ya ha experimentado el milagro y el poder de Dios, y ahora está respondiendo con el deseo de conocerle más. Este aparato le está ayudando mucho».
Otro colaborador de Puertas Abiertas usa su audiobiblia como una herramienta para discipular en la casa compartida en la que vive. Esto llamó mucho la atención de los que le rodeaban, ¡y ahora muchos de ellos quieren tener su propia audiobiblia!
Recibe las últimas noticias en tu móvil. Suscríbete a nuestro canal de Telegram.Señor, te doy las gracias por haber derribado la barrera del lenguaje para que estos hermanos en Malasia te conozcan. Te pido que abras sus corazones a tu palabra y les proveas del equipamiento y las ganas diarias para acercarse a la Biblia. Acércate también a aquellos que todavía tengan dificultades para acceder a las escrituras, y hazles llegar todos los medios necesarios a través de los colaboradores locales. Aviva a mis hermanos en Malasia a través de tu palabra, Señor. Amén.
