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De acuerdo con las normas de los talibanes, los extremistas están decapitando maniquíes en las tiendas; las mujeres no pueden viajar más de 72 km sin un acompañante masculino; no se permite la música en los taxis y los hombres deben seguir determinados peinados. Además, se exige a los imanes que pasen lista de asistencia a las reuniones de oración.
El analista de Puertas Abiertas, Thomas Muller, resume los principales puntos destacable: «Los hombres que no asisten a las reuniones de oración son primero advertidos, luego multados y finalmente castigados con mayor dureza. El cierre de todos los baños públicos para mujeres en la ciudad septentrional de Mazar-e-Sharif demostró que este tipo de decisiones por motivos religiosos pueden tener consecuencias devastadoras para las mujeres: Muchos hogares carecen de baño propio, por lo que las mujeres dependen de los baños públicos para su higiene personal».
Thomas Muller añade: «Mientras los talibanes siguen consolidando su poder, según una declaración de la representante especial de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons, a mediados de noviembre de 2021 ya han aparecido nuevos retos en el horizonte con el grupo islamista rival ISK, que ahora está activo en todas las provincias (Reuters, 17 de noviembre de 2021). Además, la reciente detención de un comandante uzbeko y las consiguientes manifestaciones masivas en su provincia natal pueden mostrar las primeras fisuras en la unidad de los talibanes (Gandhara, 29 de enero de 2022). También pone de manifiesto el desafío del dominio pastún y su desconfianza por parte de las minorías étnicas del país. Como mínimo, apunta a una situación de volatilidad prolongada, que deja vulnerables a todas las minorías étnicas y religiosas».
Thomas Muller concluye: «Por último, está la gran cuestión de cómo se puede abordar la crisis humanitaria de Afganistán sin legitimar o reconocer al gobierno talibán. Las recientes reuniones entre diplomáticos occidentales y el ministro de Asuntos Exteriores
de los talibanes en Noruega apuntan a este dilema. Como informó Channel News Asia el 3 de febrero de 2022, las reuniones celebradas en enero de 2022 no permitieron avanzar mucho en la entrega real de la tan necesaria ayuda humanitaria, pero sí llevaron
al ministro de Asuntos Exteriores a concluir que estas reuniones pueden utilizarse para acercar al gobierno talibán al reconocimiento internacional. También insistió en que cualquier posible concesión se haría sólo en los términos de los talibanes,
reduciendo el espacio y el apetito para un posible compromiso. Otra cuestión importante a tener en cuenta es cómo será el mandato de marzo de 2022 para la misión de la ONU en Afganistán, UNAMA. Como informó el International Crisis Group el 28 de enero
de 2022, aunque todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU están de acuerdo, en principio, con la necesidad de la UNAMA, tienen opiniones diferentes sobre su alcance».
Señor, te ruego que guardes a tu pueblo en Afganistán, que los cubras con tus alas. También te pido que se detenga la violencia contra lo más débiles y que intervengas para que el país cambie de rumbo. Amén.
