Tras un ataque en el que Boko Haram mató a varios cristianos e incendió las casas de su aldea, Charity tuvo que huir. Sus hijos desaparecieron en medio de aquel horror. Durante dos semanas, no supo nada de ellos, pero finalmente regresaron a casa.
Charity se recuperó gracias a la atención postraumática y permaneció en aquel lugar para reconstruir su aldea. Ahora, ella está ayudando a otros afectados por la persecución.
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