Esa mañana se habían reunido para el culto. Cientos de personas estaban de pie en el patio de la iglesia, esperando para celebrar unos bautismos, cuando una bomba arrasó la iglesia, matando a 20 fieles e hiriendo a 17. Pero una semana después del atentado, la iglesia CEPAC se reunió de nuevo.
El hecho de que la iglesia CEPAC, en la región oriental de la República Democrática del Congo, volviera a reunirse tan sólo una semana después del atentado nos da una idea de la valiente resistencia de la Iglesia en el África subsahariana.
Los miembros de esta iglesia de la ciudad de Kasindi se negaron a dejar que su fe se tambalease. Por el contrario, se reunieron para adorar cantando y bailando, dando gracias a Dios por su protección y misericordia con estas poderosas palabras:
«Has permitido que nos ataquen
Has fortalecido nuestra fe
Estamos avanzando en Tu presencia
Señor, Tú nos has levantado...»
Pocos días después del atentado, un grupo del Estado Islámico reivindicó su autoría. En el África subsahariana, los esfuerzos de los extremistas por paralizar y erradicar la Iglesia están alcanzando un punto de inflexión, y las poblaciones cristianas luchan por sobrevivir frente a la creciente violencia y el aumento de la inseguridad. La Iglesia está siendo atacada. En Nigeria, un cristiano es asesinado cada dos horas a causa de su fe.
Pero, como demuestra esta congregación de la República Democrática del Congo, la Iglesia que sufre también es resistente y fiel. Creyentes fieles como ellos se aseguran de que el Evangelio se viva incluso en las circunstancias más difíciles. Cada vez que oímos a un hermano presentar su dolor ante Dios, o vemos cómo una iglesia vuelve a unirse tras un ataque, estamos viendo a Dios obrar en nuestras vidas y en nuestro mundo.
Por favor, dedica tres minutos a ver —y luego compartir— la resiliente fe en acción de tu familia perseguida.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
Señor, te ruego por tus hijos de la República Democrática del Congo. Que puedan experimentar tu pronto auxilio en medio de tanta dificultad. En especial, te pido por aquellos que han perdido a sus seres queridos. Tráeles consuelo y cambia su lamento en baile. Te pido por el fin de tanta violencia. Amén.