Los hermanos Charlie se convirtieron al cristianismo en 1978.
«Nuestro pastor era el único que tenía una Biblia. Nosotros teníamos que copiar versículos en cuadernos y folios cada domingo, de manera que pudiéramos continuar la lectura de la Palabra de Dios para la siguiente semana».
«De ahí en adelante, algunos hermanos desde una ciudad del sur nos proporcionaban unas pocas Biblias. Cuando las recibíamos, arrancábamos las páginas en porciones para cada persona y nos turnábamos para leerlas».
«Teníamos nuestro Domingo de servicio en un pequeño ático. Alguien tenía que permanecer de pie frente a la puerta y teníamos que bajar al máximo nuestras voces. En aquel tiempo, teníamos alrededor de 30 personas apretadas dentro de aquel pequeño
ático, el cual, era de solo seis o siete metros cuadrados».
Este fue el periodo más oscuro en la historia de las iglesias chinas. Cientos de Biblias fueron quemadas, e incontables pastores y cristianos fueron arrestados durante la Revolución Cultural (1966-1976) Sin embargo, la pasión de
los hermanos cristianos brilló en la oscuridad y cambiaron las vidas de la familia Charlie.
«Teníamos que copiar versículos en folios y cuadernos».
Hermano Charlie
Algunos años después, Charlie vivió en una ciudad en el sureste de la costa de China. Una vecina de Charlie, una creyente de 70 u 80 años, le susurró: «¡Fíjate en aquel pescador! ¡Está arrancando páginas de una Biblia para envolver peces! No tenemos Biblias
y, sin embargo, él está arrancando Biblias para envolver peces en el mercado. ¡Qué vergüenza! ¿Por qué no le compramos las Biblias? Podemos también bendecir a otros hermanos y hermanas quienes no tienen Biblias para leer».
Charlie resalta: «Esta hermana mayor vino al Señor cuando ella trabajaba como una sirvienta para una familia extranjera viviendo en China. Su corazón se rompió cuando presenció todo el sufrimiento durante la Revolución Cultural. Todo lo guardó en su
corazón. Era pobre pero llena de fe. Ella me impulsó a rescatar las Biblias de las manos de aquel pescador».
«Yo inmediatamente me acerqué al pescador y dije: “¡Para de arrancar hojas de ese libro! ¿Me la venderías? Con ese dinero puedes comprar otro papel para tu pescado”. El pescador me miró fijamente, pero asintió. Él no se atrevió a contarme cuántas estaban
en su posesión, me dijo que tenía dos o tres cajas. Yo le dije que diera todo lo que tuviera».
«Era pobre pero llena de fe. Ella me impulsó a rescatar las Biblias de las manos de aquel pescador».
Hermano Charlie
«Con cada entrega, el pescador remaba un bote hacia mí en la noche con dos cajas de Biblias. Él lo hizo en secreto y cubrió los libros ajustadamente con una pieza de ropa. Después de cada venta, me dijo que había más. Yo les conté a mis hermanos y hermanas
en Cristo que podríamos conseguir todas esas Biblias y darlas aquellos quienes las necesiten. Todo el mundo tuvo voluntad para contribuir con algún dinero, aunque éramos pobres».
«
Investigué porqué un número tan semejante de Biblias habían aparecido en nuestra ciudad y descubrí esta increíble historia…»
Xiao Chen estaba en la playa cuando el Proyecto Perla dio lugar el 18 de junio de 1981.
Él recuerda: «Estaba muy oscuro. Apenas podía ver algo en el mar. Mi hermano más mayor me llamó hacia la playa. Había alrededor de unas 500 y 600 personas esperando en la playa. No sabía qué estaba ocurriendo. ¡Yo simplemente era un chico adolescente!»
«Recuerdo un barco gigante sin banderas acercándose lentamente al puerto. Todo el mundo estaba muy ansioso. Entonces un pequeño bote de goma bajó de aquel barco. Vi a mi hermano más mayor remando un bote hacia el barco y hablando a un extranjero quien podría ser el capitán».
«Después de un tiempo, ellos comenzaron a trabajar. Mi hermano mayor y tres hombres formaron un equipo para empujar el bote de goma hacia la orilla con una gruesa soga. El bote de goma estaba lleno de cajas altas. Después de descargar las cajas en la
playa, ellos repitieron el proceso para empujar otro bote de plástico lleno de cajas. Había incontables números de cajas. Mi hermano mayor no me dijo que estaban haciendo».
El hermano mayor de Xiao Chen es llamado Da Chen. Después de que Xiao Chen compartiera su memoria en aquella noche, Da Chen se río y añadió: «Conocí al capitán, era muy alto. Sus manos eran muy grandes, y chocamos nuestras manos. Él sostuvo mis manos
y oró. Después de orar, él palmeó mi hombro y dijo “bien, bien”. Supongo que nos preguntó si podíamos darnos prisa. Le habíamos preguntado a cientos de hermanos para venir y llevar las Biblias con poleas en los hombros».
Xiao Chen añade: «Después de un par de horas, los soldados se apuraron hacia la playa con antorchas. No sabía qué estaba ocurriendo, mi hermano mayor me dijo que corriera tan rápido como pudiera. Yo también les dije a los otros hermanos que no vinieran
a la playa. Más y más hermanos habían ido por sus caminos porque habían oído que había algo valiosísimo para llevar».
Da Chen dice: «¡Dios nos libre! Más hermanos y hermanas habían abandonado antes que los soldados llegaran a ellos. El barco también se fue. El capitán probablemente se percató que algo inusual estaba ocurriendo. Las cajas fueron recogidas del mar tan
pronto como el barco se estaba yendo. Aún había muchas cajas dejadas en el mar. Los soldados arrestaron algunos hermanos y los amenazaron. Ellos también recogieron algunas Biblias en la playa. Intentaron quemar las Biblias ahí».
Cuando preguntamos si en ese momento él estaba asustado, Xiao Chen dijo: «No sabía qué había ocurrido. ¡Eventualmente, yo supe que aquellas cajas estaban llenas de Biblias! ¡Una Biblia fue un milagro hacia nosotros!» Este simple chico adolescente había
sido testigo de un millón de milagros conocidos como Proyecto Perla. Cada milagro venía como una respuesta a las fervientes oraciones de chinos cristianos y su hambre por la Palabra de Dios».
Mientras cientos de creyentes habían estado trabajando en la playa en esa noche, Dios fue preparando otro milagro detrás de la escena.
Había una torre de vigilancia a menos de 1 km de distancia de la playa Perla y otra torre de vigilancia, el más alto en todo el distrito, cerca de una nave. La nave y los militares estaban en vigilancia toda la noche. Estaban encargados de la seguridad
marina en esa área y las llegadas y salidas de los barcos. En esa noche, el chico vigilante dejó su puesto y fue abajo a beber.
«En la noche del Proyecto Perla, ellos fueron a beber» dice Charlie. «Y esa fue la razón por la cual no vieron qué estaba ocurriendo. Ellos se quedaron dormidos después de beber. Un millón de milagros ocurrieron durante aquella hora. Más tarde alrededor
de las 3 o 4 de la mañana, ellos despertaron y descubrieron la operación. Pero el trabajo había prácticamente terminado. Ellos inmediatamente llamaron más soldados que descendiesen, pero ya fue un poquito tarde».
«¡Gloria al Señor! Hicimos tantas cosas en ese momento delante de sus narices».
Xiao Chen
«¡Gloria al Señor! Hicimos tantas cosas en ese momento delante de sus narices», dice Xiao Chen, aún atónito por el asombroso poder de Dios. «Ellos no sabían que había cientos de cristianos esperando en la playa por el milagro que estaba por venir, un
barco que estaba lleno y cargado de un millón de Biblias».
«En total, distribuimos alrededor de 600 o 700 cajas de Biblias, tanto secas como húmedas. Dios nos protegió a través de esta experiencia. Durante ese período, los miembros de mi familia apoyaron mi ministerio. Los hermanos y hermanas tenían la pasión
de ayudarme con este ministerio. No podría haberse hecho únicamente por mi propio esfuerzo. La iglesia oró para apoyarnos, y recibimos fortaleza para continuar. Cuando vimos las Biblias distribuidas a diferentes partes de China, estábamos muy conmovidos. El trabajo se realizó a través del esfuerzo conjunto de hermanos y hermanas en diferentes lugares. Gracias al Señor».
Puertas Abiertas continuó sirviendo a la iglesia china durante los períodos más difíciles. Oímos el grito de nuestros hermanos chinos. Para satisfacer las peticiones de las iglesias en el sureste de China, 30.000 pequeñas Biblias fueron llevadas en
maletas a China en el otoño de 1979. La operación se llamó Proyecto Arco Iris. Sin embargo, los cristianos chinos en el sureste no estaban satisfechos con simplemente tener sus propias Biblias; tenían la visión de entregar un millón de Biblias. A través
de las oraciones y en obediencia a Dios, Puertas Abiertas entregó un millón de biblias en China el 18 de junio de 1981.
A pesar de que los cristianos chinos disfrutaron de un período de relativa libertad a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000, se han vuelto a imponer restricciones religiosas a los cristianos para frenar el fenomenal crecimiento
de la iglesia.
Si bien las medidas punitivas pueden no ser tan duras como las utilizadas en la Revolución Cultural, se han introducido diversas regulaciones para hacer las cosas cada vez más difíciles para los cristianos. Las Biblias impresas sólo están disponibles
en librerías de iglesias autorizadas por el gobierno. Biblias se pueden leer en línea, pero la venta de biblias impresas en línea está prohibida. Quedan muchos desafíos. Hoy en día, Puertas Abiertas sigue proporcionando materiales bíblicos para los
cristianos en China, con un enfoque particular en los creyentes de orígenes étnicos minoritarios. Esto incluye proyectos para traducir la Biblia a lenguas étnicas minoritarias, proporcionar Biblias en audio para creyentes analfabetos y proporcionar materiales para ayudar a los creyentes a aplicar las enseñanzas de la Biblia a sus contextos culturales específicos.