Si un musulmán quiere conocer a Jesús, Ruslan y su familia le invitan a entrar en su casa. Al igual que lo haría cualquier grupo de una iglesia en casa.
Pero en Asia Central esto supone un gran riesgo. La casa de Ruslan ya ha sido objeto de vandalismo sistemático. Además, su hija ha recibido una paliza y fue amenazada.
Para los nuevos creyentes de trasfondo musulmán, la fe en Cristo tiene un alto precio. Puede implicar que sus hijos no puedan ir a la escuela, que su ganado no pueda pastar o no tener agua para regar los cultivos. «La persecución
es una ola creciente», dice Ruslan. «Empieza poco a poco y luego va aumentando».
Los cristianos aislados de Asia Central dependen de ti, su familia en Cristo, para recibir oración y apoyo.
¿Nos ayudas a mantener abierta la puerta al Evangelio en toda Asia Central?
«No sois gente corriente, sino una respuesta del Señor».
RUSLAN, LÍDER DE LA IGLESIA CLANDESTINA EN ASIA CENTRAL
Podrían ayudar a una familia cristiana aislada con dificultades económicas
Podrían ayudar a organizar un seminario de formación para líderes como Ruslan
Podrían capacitar a un creyente clandestino para desempeñar algún oficio
Señor, te doy gracias por tu pueblo en Asia Central, por el valor con el que ellos están dispuestos a servirte y a ser luz y sal. Te pido que guardes a cada familia que abre las puertas de su casa para cualquiera que está buscándote a pesar del riesgo que eso supone, y también que nos ayudes a nosotros a ser uno con ellos y hacerles saber que no están solos. Amén.