Un enorme 95% de la población de la República Democrática del Congo (RDC) son cristianos, pero continúan los ataques violentos contra los cristianos.
La parte oriental de la República Democrática del Congo (RDC) es un lugar peligroso para los cristianos en estos momentos. Grupos rebeldes luchan por el control de la zona, entre ellos un grupo extremista islámico, conocido como Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que ataca abierta y brutalmente hogares e iglesias cristianas.
Los cristianos de esta zona viven bajo la amenaza del secuestro, y la terrible violencia es la moneda corriente. Las ADF secuestran a mujeres, las violan y las obligan a casarse con sus soldados, y a veces conservan a las cristianas como una especie de «trofeo».
Hay pocas posibilidades de que se haga justicia a través del sistema legal en la RDC. Muchos cristianos se han visto obligados a huir de sus hogares y buscar refugio en pueblos más acogedores. Los colaboradores de Puertas Abiertas están proporcionando ayuda de emergencia a los desplazados a través de las iglesias locales.
Las personas de origen musulmán o indígena que se han convertido al cristianismo sufren presiones para seguir participando en actividades religiosas tradicionales. En el extremo más extremo de la escala, las mujeres que se han convertido al cristianismo pueden ser obligadas a casarse, embarazarse o divorciarse.
En toda la RDC, los líderes cristianos que denuncian la corrupción sufren el acoso y la injerencia del gobierno.
La violencia sigue desbocada y la presión contra los cristianos ha aumentado levemente en el último año, especialmente en la vida eclesiástica. Esto se ve reflejado en las amenazas de los militantes islámicos, especialmente en el este del país, donde las iglesias han sido objeto de numerosos ataques. La delincuencia organizada y la corrupción también dificultan enormemente la vida eclesiástica y comunitaria.
«Es la guerra la que me ha traído aquí. Hemos recibido judías, arroz, dos pastillas de jabón y sal. Nos ayudará mucho».
Marie, desplazada en RDC
Los cristianos de la provincia de Ituri y Kivu del Norte, en el este de la República Democrática del Congo, sufren la persecución de las ADF, un grupo rebelde de ideología extremista islámica. Persiguen abiertamente a los cristianos de la zona: hombres, mujeres, niñas y líderes religiosos. Los conversos del islam o de religiones indígenas son especialmente vulnerables a la persecución.
En varias zonas de la República Democrática del Congo (RDC), sobre todo en aquellas dominadas por el islam, las mujeres suelen ser tratadas como inferiores. Esto puede traducirse en que a las mujeres cristianas se les niegue el derecho a cuidar de sus hijos o a su herencia si fallece su marido.
Las mujeres cristianas del este del país corren grave peligro de secuestro, violación y comercio con fines de esclavitud sexual o matrimonio forzado a manos de un grupo extremista islámico llamado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés). Las jóvenes cristianas pueden ser elegidas como objetivo por hombres mucho mayores de las ADF.
Debido al estigma y la vergüenza que provoca la violencia sexual en esta cultura, las mujeres y niñas cristianas pueden sufrir estigmatización, aislamiento y rechazo por parte de sus familias y vecinos tras una agresión y perder así a su comunidad, aunque no hayan sido secuestradas.
Los hombres cristianos del este de la RDC se enfrentan a formas violentas y extremas de persecución, como mutilaciones, secuestros, reclutamiento forzoso en milicias, trabajos forzados, mutilaciones sexuales, destripamientos y asesinatos brutales. Para escapar de sus secuestradores, los hombres pueden verse obligados a pagar cuantiosos rescates que hunden a sus familias, ya de por sí pobres, en la indigencia.
Asimismo, los hombres cristianos sufren discriminación en el lugar de trabajo, especialmente en el este del país.
La persecución de hombres cristianos es una forma de debilitar a sus familias y a la Iglesia en general. Los líderes eclesiásticos también son objetivo de las ADF, especialmente si se han pronunciado públicamente en contra de la Violencia.
Joie, desplazada por la persecución de la ADF, recibiendo ayuda en la aldea de Komanda
«Os doy las gracias por el trabajo que habeis realizado a través de la iglesia local».
Joie
Puertas Abiertas trabaja a través de colaboradores locales que apoyan a los cristianos en la RDC a través de entrenamiento de supervivencia ante la persecución y discipulado, proyectos de empoderamiento económico y brindando atención a los traumas.
Padre Dios, lloramos con nuestros hermanos en RDC que están enfrentando tan terrible violencia. Por favor equipa a los líderes en las regiones vulnerables porque ellos confortan a quienes lloran, ministran a los que están traumatizados y desplazados, y prepara a sus congregaciones para la persecución que ellos enfrentan. Te pedimos que tú traigas una paz duradera a este país que sufre. Amén.
Muy Alto