Con apenas 13 años, Baher* tuvo que dejar la escuela para trabajar en una cantera. Privado de opciones por causa de su fe, Baher, al igual que otros muchos creyentes, se vio abocado a uno de los trabajos más peligrosos.
En menos de una semana, su brazo fue cercenado en un horrible accidente y, poco tiempo después, su hermano murió en el trabajo.
Los cristianos jóvenes como Baher necesitan esperanza. No sólo en Egipto, sino en todo Oriente Medio. Si la fe de esta generación es aplastada por la persecución, la Iglesia en la región se enfrenta a un futuro desolador.
¿Nos ayudas a reescribir ese futuro y llevar a los jóvenes esperanza y propósito?
«Dejé de culpar a Dios y comencé a adorarle».
BAHER, CREYENTE DE EGIPTO
podríamos proporcionar un mes de atención médica a tres creyentes perseguidos.
podríamos capacitar y discipular a jóvenes vulnerables que trabajan en la cantera y ayudarles a fortalecer su fe.
podríamos brindar seguridad financiera a una familia cristiana perseguida a través de un préstamo para montar un pequeño negocio.
Señor, te doy gracias por tu Iglesia en Oriente Medio, porque es un ejemplo de resiliencia y esperanza. Te pido que los ayudes a permanecer firmes y no apartarse de ti, y que no permitas que las puertas del Hades prevalezcan. Oro que los creyentes puedan resisitir y ser un ejemplo de fe para aquellos que no te conocen. Amén.