Apo perdió a su padre hace 9 años, cuando él solo era un bebé. Robert (su padre) fue secuestrado por los extremistas por causa de su fe y nunca volvieron a saber de él. Apo es un niño inquieto, difícil de retener más de varios minutos en un mismo lugar.
Nadie puede predecir el mañana, pero hay algo seguro: estos pequeños tienen una oportunidad gracias a ti. Aunque no podemos librarles del sufrimiento, con tu oración y apoyo les hemos proporcionado las herramientas para enfrentarlo y ahora tienen un futuro y una esperanza.