«¿Cómo celebraremos la Navidad este año?» es una pregunta común que solemos hacer en todo el mundo.
Para los niños que viven en países con altos niveles de persecución, preguntarse qué harán en Navidad no es cuestión de una simple tradición, sino que, revela la fuerza de la fe que les permite hacer frente a la oposición y el sufrimiento.
En Kenia, la palabra asociada a la Navidad es «juntos». Después del culto de Navidad, Mary, de trece años, y su familia, comparten la comida y bebida, agradeciendo la oportunidad de hacerlo, pues saben que no todos pueden celebrar navidad en casa.
Los festejos no se limitan a una comida. «Los cristianos de todas las iglesias salimos a compartir el evangelio», dice María. Sin embargo, los creyentes enfrentan la oposición de quienes los atacan con insultos y empujones. Con todo, no son intimidados.
«Mi oración es que mi iglesia se llene, hasta que no quepamos más personas» expresa María.
La actividad que probablemente de una mayor muestra de alegría es la danza. Es así como un grupo de jóvenes cristianos celebra la Navidad en Laos.
«Celebramos la navidad bailando» indica Deng, de doce años, mientras ensaya para un servicio navideño.
«Bailamos para dar gloria a Dios, también cantamos y adoramos en compañía de los adultos».
El deseo de celebrar navidad en Laos es inspirador, pues aun cuando los creyentes corren riesgo de sufrir una severa persecución debido a la vigilancia del gobierno sobre las actividades cristianas, continúan celebrando el nacimiento de Jesús.
En la ciudad iraquí de Qaraqosh, antes ocupada por el estado islámico, Lydia y Youssif aprenden sobre la historia del nacimiento de Jesús en su clase de educación cristiana.
Conmovido por la historia tras la celebración de Navidad, Youssif es inspirado a orar por protección y bendición.
«Te necesitamos siempre; ayúdanos y protégenos de todo daño, confío en que nos bendecirás el próximo año», es la oración de este niño.
Señor, te pido que cambies la situación que se vive en Rusia. Aunque ya ha habido cambios positivos, te ruego que cada persona pueda tener libertad para decidir y vivir su fe sin coacciones. También te pido por el trabajo de Puertas Abiertas allí, para que les proveas de recursos para sostener a los cristianos más vulnerables. Te ruego que uses a tu pueblo para ser testimonio tuyo y alcanzar a muchos con el mensaje de la Gracia. Amén.