Existen varios grupos étnicos minoritarios en China que ven el budismo como una parte esencial de su identidad y tradiciones. Cuando alguien de uno de estos grupos étnicos decide seguir a Jesús, se enfrenta a la persecución de sus propias comunidades, quienes los ven como traidores, así como por parte del gobierno que desaprueba cualquier creencia religiosa.
Esta fue la elección a la que se enfrentó la hermana Sandra de China. Ella es una creyente de un grupo étnico budista, y el jefe de la aldea local dijo que le impediría recibir los subsidios del gobierno a los que tenía derecho, equivalente a casi 70.000 euros durante los pocos próximos años, si no renunciaba en su fe a Jesús.
Tiene dos hijos, de cuatro y seis años. Este dinero podría haber hecho una gran diferencia en el futuro de su familia y de sus hijos, y estaba en el derecho de recibirlo.
Pero la hermana Sandra ha visto el poder de Dios. Cuando ella sufría por una enfermedad, los cristianos habían orado para ella, y fue curada del todo.
La vida no es fácil para la hermana Sandra y su familia. Fueron capaces de sobrevivir con el trabajo de su granja, pero el subsidio haría sus vidas mucho más fáciles. A pesar de esto, ella decía: “Seguiré a Jesucristo por el resto de mi vida, porque Él es el único Dios verdadero”.
Mientras mucha gente china de Han que cree en el budismo, existen también varios grupos étnicos minoritarios en China que consideran el budismo como parte integral de su identidad y tradiciones. La mayoría de los grupos étnicos budistas de China viven en el oeste y suroeste de China, en comunidades agrícolas rurales lejanas. Algunos viven en la montaña y están tan lejos que tienen que caminar un par de días para encontrarse con otros.
Cada aldea tiene su propio templo donde los aldeanos queman incienso y oran a muchos dioses e ídolos diferentes. Hay muchas ceremonias a las que deben asistir para diversas ocasiones.
Cuando alguien de uno de estos grupos étnicos cree en Jesús como lo hizo la hermana Sandra, se enfrentan a la persecución de sus propias comunidades. Estas comunidades ven a los cristianos como traidores. También tienen miedo de que si alguien deja de asistir a las ceremonias budistas, suceden catástrofes.
Un creyente compartió: “las maldiciones no tienen ningún impacto en mí, así que no tengo que tener miedo a nada si no coloco la imagen de Buda en mi casa“. Pero la nueva fe de los creyentes no cambia las supersticiones de sus vecinos.
Federico, un colaborador de Puertas Abiertas que apoya a los creyentes de estos grupos étnicos budistas, intenta visitar a una familia de creyentes de una comunidad budista que se encargan de una frutería.
La casa de otra familia se destruyó por su comunidad y fueron expulsados de su aldea. Federico dice: “No tenían a donde ir, así que fueron a buscar al pastor en busca de ayuda. Los acogió y les dio refugio durante casi un año. Se sentían asustados y rechazados por su familia y amigos.”
Como no podían cultivar su tierra, dependían completamente de su pastor para sobrevivir. Fue una situación difícil y, sin embargo, el padre de la familia dijo: “Ya que conozco al Dios verdadero, no puedo renunciar a mi fe”.
Después de algunas negociaciones con las autoridades locales, la familia podía con el tiempo volver a su aldea.
Los creyentes de los grupos étnicos budistas también hacen frente a la persecución del gobierno, que desaprueba la práctica de cualquier creencia religiosa.
Federico comparte, “conozco a un pastor que solía ir de aldea en aldea compartiendo el evangelio. Los oficiales del gobierno intentaron pararlo, no obstante, el continuó. Finalmente, lo arrestaron y fue enviado a la prisión por varios años y sigue estando allí”.
Los creyentes de grupos étnicos budistas son los que más sufren persecución en China porque son perseguidos tanto por sus propias comunidades como por el gobierno. Con una oposición tan extrema, no es de extrañar que sean pequeños en número. Puertas Abiertas estima que solo hay 1000 cristianos de estos grupos étnicos budistas. Y sin embargo muchos de estos creyentes han elegido a Jesús antes que el dinero, que las casas e incluso antes que su propia libertad.
Tu apoyo y tus oraciones permiten a los colaboradores de Puertas Abiertas apoyar a nuestros hermanos de las comunidades budistas en China mientras enfrentan la persecución. La estrategia principal del equipo de Puertas Abiertas es hacer líderes de los creyentes locales.
Ella comparte sobre un líder, el hermano Javier, que realmente se benefició de este apoyo. Cuando Puertas Abiertas conoció por primera vez a este líder, estaba dirigiendo dos grupos diferentes de creyentes de comunidades budistas en dos sitios diferentes. Pero después de trabajar con ellos durante dos años, la mayor parte de los creyentes se había alejado de su nueva fe. “Se sentía asustado y desanimado”, Federico dice.
“Enviamos a un formador a una caminata con este líder y con la intención de levantar compañeros de trabajo para ser líderes también, de modo que no necesite viajar entre estos dos lugares todo el tiempo”.
“El año pasado justo uno de sus compañeros de trabajo se ocupó de un campamento de verano por sí mismo. El hermano Javier estaba tan orgulloso y feliz, al decir, “ya no soy el único trabajador en mi iglesia”.
“Significa mucho para los creyentes que los trabajadores de Puertas Abiertas vengan y pasen tiempo con ellos. Él compartió: “Muchas gracias por venir a nuestras vidas, ayudarnos, animarnos y caminar con nosotros en un momento tan perfecto”. Orar por nosotros y apoyarnos tal como Dios nos envió a hacer. Muchas gracias.”
Puertas Abiertas también ha estado trabajando en un proyecto para ofrecer Biblias en audio a creyentes analfabetos de grupos étnicos budistas en sus propios dialectos. La Biblia en audio en un dialecto debería completarse en 2021. Federico explica:” Pueden descargar esta aplicación y escuchar la Biblia en sus dialectos locales a través de su teléfono. Pueden escuchar la Palabra de Dios en cualquier momento y lugar. Ore para que estas Biblias en audio se puedan completar sin problemas.”
El versículo favorito de Javier es Juan 3:30: “es necesario que él crezca y yo mengue”. Cuando le pregunté la razón por la que le gustaba tanto este versículo, él dijo: “Servir no es probar cuantos éxitos tenemos. Es una verdad importante en el campo de misión.”
“Queremos ver a la iglesia de los creyentes de los entornos budistas fortalecidos. Nuestro ministerio se recordará por él, pero aun así podemos ser olvidados en esta tierra.”
*Nombres cambiados por motivos de seguridad.
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